lunes, 28 de mayo de 2012

Al-‘Awda min Al-nab‘ Al- Halim


ELEGÍA A LOS MÁRTIRES


Sé que han muerto para que la patria viva,
la patria de caídos y de campos ensangrentados que es esta patria.
Sé que “la libertad roja” tiene este precio.
Es terrible, un precio ahogado por los gemidos.
Sé, aunque la pena de lo hondo de mi corazón no desee saber.
Lloro por todos los ojos que han perdido la luz de la vida,
por todas las almas que han exhalado  su último suspiro:
recuerda, oh cauce del bien y la fertilidad,
tierra de perlas y esmeraldas, que tú eres
el manantial de turquesas que corre en las aguas de los ríos
donde de noche se zambullen las lunas perladas para refrescarse.

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