Fatena al-Gurra (Gaza) es licenciada en Literatura Árabe. Ha trabajado como voluntaria en diversos proyectos para la defensa de los derechos de la mujer palestina. Ha sido presentadora de programas radiofónicos y corresponsal de cultura para la agencia de noticias
Wafa. Desde 2002 fue presentadora de la televisión palestina. Ha publicado los poemarios Todavía el mar entre nosotros (Ramallah, 2000) y Una mujer muy sediciosa (El Cairo, 2003). Sus textos han aparecido en la recopilación Cincuenta años de poesía palestina (Ramallah, 2004), y se han traducido al italiano en In un mondo senza cielo: antologia della poesia palestinese (Florencia, 2007).
A causa de la situación en Gaza, y de las constantes amenazas y humillaciones que recibía por defender los derechos de la mujer mediante la palabra, a finales de 2008 se exilió a Egipto. Desde noviembre de 2009 vive en un centro de acogida para refugiados políticos en Bélgica.
En 2010, El Gaviero Ediciones publicó, en edición bilingüe, su poemario Excepto yo y tres poemas más en la antología poética Almanaque poético. 12 poetas para un año. En 2001 ha publicado Betrayals of god. Multiple scenarios, en Líbano.
Soy hija de marinos que bogan por las costas.
Soy hija de la ola y la memoria.
La última que quedó de aquéllos a los que Sansón cediera su cabello,
sacudido como una joven virgen,
la última descendiente del fresco y antiguo feminismo.
Abro los brazos y comienza a girar el cosmos en sus once direcciones.
Sonrío y me gotea miel desde los vírgenes labios juguetones.
Camino y la tierra pierde su equilibrio,
cuando mi risa cascabelea se escuchan timbres de seísmos.
Volcanes sacuden el sistema de los siete estratos.
Soy hija de la virtud y el ocio
hija de la pureza y del vicio
hija de la negrura y la blancura
según mi dedo las estrellas distinguen los límites de su primera ubicación.
Y si cierro los ojos
hay eclipse de sol hasta que vuelvo a abrirlos y sumergen al mundo en rayos
de color algarrobo.
Si me recojo el pelo
vibra el cosmos devoto, agradecido.
Soy el hoy y el mañana
Su Majestad, coronada en el trono espacial,
si miro de reojo los campos se convierten en trigo y sol verde
y entonces soy el trigo y el sol verde
la primera cosecha
y la última.
De Ardo, Excepto yo, El Gaviero Ediciones, 2010.
ROSTRO MARMÓREO... DIOS
CANSADO
(Fatena
Al-Gurra)
(Traducción del árabe:
Rosa-Isabel Martínez Lillo)
Como un Dios pequeño al que el cosmos oprime y no puede
extenderse se desenvaina del centro
de la historia y gimese purifica el
rostro con el néctar de quien ignora el camino y la imagen
cruel,se detiene en el balcón de
las visiones y gime.
Un pequeño dios gimeoculta la maldad de sus fallos esparcidos con el espasmo de
su labio inferiory
gime,pequeño Dios que sale de la
oscura nostalgiaguiando una lengua
cantada por quienes van a la salvación, un canto fúnebre.
…
- ¿De qué brecha surgiste,
extraño Dios que lloras,cansado y
triste Dios?Con tu rostro marmóreo
mordido de experienciastemes tu
propio miedoaún en tu propio
tragaluz, de tu edén expulsado...Vacilas entre la maldición y derramar amor en labios de
reclamo.
- Garantizas que eres
donador de inmaculada vida, quien enciende el deseo primero, quien lluvia nos
ofrece desde ojos de solícitas huríes,
-a las magas creíste si dijeron que las nubes incendias con
los brazos, que una lágrima tuya es germen de sequía, y pestañas que adornas
purifican las noches celestiales y las siete tierras,
- no atendiste a quienes se infiltraron en tu ardiente luz,
esos que se arrodillan tras tu tobillo y desgastan la tibia con mezquindad
imperceptible,
- te dejaste llevar por cantos de sirenas, por susurros de
arrayanes y rosas, ensordeciste por la llama que ruge hacia tu frente pura;
siempre que se le acerca brotan arrayanes y rosas, las sirenas seducen con olas
de cabellos como líneas de infinitos colores, con senos que te roban la pureza,
y más arde la llama y el frescor que hay en tu corazón, y se agudiza tu
sordera.
- Llevado por tu boca que a raudales emana leche y miel,
tus dedos bautizan a quien marcha a tu luz desde la oscuridad de su pecado
original, permitiendo que el mar despliegue velas que tu esencia
olvidó.
- Confiando en tus discípulos que te portan el trono, que
te alaban como al sol y a la luna, y siembran los caminos de guijarros y clavos,
esos que te preparan los cetros de violencia, a los que estás unido, olvidas a
tus adoradores embriagado en tu espacio más y másy se te rompe el trono.
“Un Dios pequeño
que pide cuentas,que pide cuentas a
su pulso,al temblor del
corazón,al alzamiento de pestañas,
a su día tan inocuo,
a su
frivolidad,a su tiempo
inmune,a la frescura de su
piel,pide cuentas a su
lujuria,un Dios pequeño que se retira a un lugar de Oriente*,
se dispone a contar errores y perdona a todas las criaturas por su
negligencia...”
Así te cantan los pastores
transeúntes,solo ellos te conocieron y creyeron en
tisolo ellos te portaron cual
ofrenda,memoria... templo... y
oración,tan solo ellos te
amaronte otorgaron el derecho al
extravío y a la salvación del perdón,solo ellos completaron el sendero hacia ti con sus cantos
vivacesDiospequeñocansadoDiospequeñoextrañoDiospequeñopequeño.
Mujer de café
Al viajero le otorga el sabor de la sal
se baña en la magia del ritmo y su llovizna la lleva a la parada del orden
vierte en su fuego el sopor del instante y el desmayo al llegar
organiza los segundos del reloj de arena
enhebra un balcón de sollozos
ascienden sus vapores al límite de la primera nube
un hombre con sabor a amapola aleja su amargura tras veinte tazas.
Habla con el espíritu de pequeñas teselas
las ordena
y diluye en ellas su epopeya
cuyo aroma adora sus ropajes
hace de ella la imagen del primer embrión
el tótem de sus límites
practica su acto enloquecido
el chillido lo toma hasta ser anulado cuando ella se ondula
ella, que borra de sus pestañas los restos de la primera vez,
es la única capaz, con sabor a café, de cambiar el desmayo en ascensión.
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